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Proactividad: las 5 claves

  • Foto del escritor: ACADEMIA QUO VADIS
    ACADEMIA QUO VADIS
  • 7 may 2024
  • 3 Min. de lectura

A lo mejor no tienes claro lo que es la proactividad. Para mucha gente, ser proactivo es sinónimo de capacidad para tomar iniciativa. Realmente va mucho más allá. De hecho, es el hábito que sostiene casi todo lo que vamos a compartir en este artículo.




¿Qué es ser proactivo?


Ser proactivo es tener la capacidad de tomar las decisiones necesarias para hacer lo que queremos con nuestra vida.

Usando el símil del barco de tu vida, la persona proactiva sostiene el timón para ir adonde ha decidido, sin importar las circunstancias externas. En cambio la persona reactiva se dejará llevar por los vientos y las corrientes.


En la Academia Quo Vadis intentamos dirigir a nuestro alumnos hacia una mentalidad proactiva, hacia unos comportamientos adecuados.

 

A continuación, vamos a comentar las 5 claves para ser más proactivo.




1. Observar y replantear los paradigmas

Nuestros paradigmas definen nuestra forma de percibir, comprender e interpretar el mundo. Son muy poderosos porque crean las gafas que usamos para interpretar la realidad.

La primera clave para ser más proactivo es ser capaz de observar y replantear nuestros paradigmas. Solo así podemos empezar a decidir en plena consciencia.




2. Ser responsable

Ser proactivo conlleva ser responsable. Implica tomar decisiones de manera consciente y asumir las consecuencias.


Para bien o para mal, somos los únicos responsables de nuestra propia vida. Nuestra vida actual es la consecuencia de decisiones conscientes e inconscientes que tomamos en el pasado.

Esta idea es muy poderosa porque implica que la decisión de cambiar las cosas que no nos gustan sólo depende de nosotros mismos.


Por ejemplo, si la nota de matemáticas ha sido la que no esperábamos, muy posiblemente hará falta más esfuerzo, más dedicación. Este es uno de los aspectos fundamentales trabajado en la Academia Quo Vadis de Premia de Mar.



3. Centrarse en el círculo de influencia

Todo lo que nos ocupa en la vida se puede ubicar en nuestro círculo de influencia o de preocupación:


  • El círculo de influencia representa lo que depende directamente de uno mismo o de las actuaciones de otras personas pero sobre las cuales podemos tener algún tipo de influencia (la relación con el profesorado, la escuela, los compañeros de clase…)

  • El círculo de preocupación incluye el resto de cuestiones que nos ocupan pero sobre las cuales no podemos influir directamente (las amistades, las relaciones de pareja, las redes sociales…) 



Las personas proactivas dedican la mayor parte de su tiempo y energía a su círculo de influencia. De esta forma reforzar su capacidad para cambiar lo que se proponen y el círculo de influencia se extiende.

 

Las personas reactivas se centran en el círculo de preocupación. La energía se pierde en quejas y culpas a los demás o las circunstancias. Actuando así, las personas reactivas dan el poder a cosas de fuera para condicionar su capacidad de actuación. Se hacen víctimas impotentes de las circunstancias. El círculo de influencia se encoge.

 

Por  tanto, una persona proactiva sabe que tiene que aceptar todo lo que está fuera de su círculo de influencia. Esta aceptación no debe confundirse con la resignación, que consistiría en dejar de actuar sobre algo que no nos gusta y que está en nuestro círculo de influencia.




4. Prestar atención al lenguaje

El lenguaje que usamos para describir nuestras experiencias y nuestra visión del mundo dice mucho de nuestra forma de pensar. 

 

El lenguaje proactivo se centra en la capacidad de actuar y de decidir. En cambio, el lenguaje reactivo indica que las circunstancias u otras personas nos fuerzan a hacer lo que hacemos. No tenemos la libertad de elegir nuestras propias acciones.




5. Mantener los compromisos

Cuando las personas proactivas actúan sobre su círculo de influencia, se comprometen con otros y con uno mismo. Pero lo más importante es que mantienen sus compromisos y promesas. De esta forma los demás pueden confiar en ellos y sobre todo confían en ellos mismos.

Los compromisos con nosotros mismos y con los demás y la integridad con que los mantenemos son la esencia de nuestra proactividad.

 

Para iniciar un cambio significativo en nuestro alumnos, es necesario empezar por cultivar el hábito de la proactividad.

 

En la Academia Quo Vadis consideramos que la proactividad es la llave que nos abre las puertas de un mundo de posibilidades 

 

¿Te animas a probarlo?



Descubre más información en la Academia Quo Vadis  completa este formulario y nos pondremos en contacto contigo.demia Quo Vadis





Gracias por leernos, los esperamos en nuestras redes sociales.



 
 
 

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